martes, 31 de julio de 2007

Reacción

Perturbado, cargué enceguecido contra el mostrador.

lunes, 30 de julio de 2007

Noticia

Primicia: Triple Homicidio. "No era feliz"
Ideado por Joaquín

sábado, 28 de julio de 2007

Seguridad

¿Seguro que esto no es peligros…?

La tarde que conocí a Hemingway

Fue una tarde calurosa, pegajosa por demás. Entramos en el bar El Floridita, según Ernest, ahí sirven el mejor Daiquiri del mundo.
No tenía pensado quedarme con la duda. Pedí uno y recostado sobre la barra lo disfruté junto al "Padre del microcuento de seis palabras", fuente de inspiración de este Blog.
Salud!!!

viernes, 27 de julio de 2007

Irremediable

No podés hacer nada para evitarlo.

jueves, 26 de julio de 2007

Confesión

Ok, lo reconozco, soy un sociópata.

lunes, 23 de julio de 2007

Resultado

Hicimos todo lo posible, lo lamento.

domingo, 22 de julio de 2007

Veredicto

Sus últimas palabras fueron: “Soy Inocente”

viernes, 20 de julio de 2007

Oscuridad

Tendré que acostumbrarme a la oscuridad.

Espera

Sigo esperando la llegada del idiota.

Parece que todo comenz? con Hemingway

Hace tiempo, demasiado tal vez, empecé a escribir. Al principio sólo como una válvula de escape, sin un objetivo claro. Poco tiempo después, me creí Truman Capote y me sorprendí escribiendo una novela. Aún conservo las primeras setenta y cinco páginas, parte de la introducción. Inmóviles desde hace tiempo. La inexperiencia y falta de guía desalentaron ese primer intento.

Aparentemente, el golpe no fue suficiente para hacerme perder el gusto por la literatura, por lo que volví a intentarlo. Para evitar el error del “emprendimiento faraónico”, tomé el camino de los cuentos cortos, porque “se veían más manejables”. En cierta medida, la historia cambió y el proyecto tomó una forma interesante.

Claro está que me encontré con las mismas restricciones debido a mi total inexperiencia en el tema, por lo que lo escrito, si bien ya tenía un final y a mi modo estaba “terminado”, carecían de ese particular sabor a “Cuento”.

Fue entonces donde recibí el oxígeno que me estaba faltando. Una casualidad, me llevó a leer un texto de un viejo conocido. Ese texto me llevó a su Blog, ese blog me indicó que podría tratarse de la guía que necesitaba. Decisión por demás acertada. Mi visión sobre los cuentos cambió; o mejor dicho, se aclaró. Con sutileza, Pablo me dio una serie de fundamentos, ejemplos y reglas que faciliaron la metamorfosis. Entre estos, una anécdota del propio Hemingway:

En 1917 Hemingway tenía 18 años y acababa de ingresar en el diario Kansas City Star. En cada uno de los escritorios de los periodistas, el Jefe de Redacción había dejado un papelito bajo la cubierta de vidrio. Decía: "Escriba con frases claras y concisas. No se haga el artista."

El mensaje de Pablo fue más que claro. “Borrá las idioteces que no agregan valor a la historia y confunden”. Y así lo hice.

Con ese impulso, comencé a jugar con los textos cortos y a comprimir cada vez más las ideas. Recortando mis cuentos ya escritos, permitiendo resurgir la verdadera historia.

Investigando más tarde sobre Hemingway, descubrí que era el creador de un estilo radical. el micro cuento, o nanocuento en realidad. Micro cuentos de seis palabras. Si, sólo 6. Mi primera impresión fue de escepticismo. Llamar cuento a una “simple frase” me pereció arriesgado. Fue entonces cuando leí el famoso cuento de seis palabra de Ernest:

“For sale: baby shoes, never worn” ó “Vendo: zapatos de bebé, sin usar”

El peso de la “simple historia” dio por tierra con mi estúpido preconcepto. Hay mucho por decir utilizando seis palabras.

Continué investigando sobre el tema y descubrí en este artículo de Eduardo Berti, que el año pasado, la revista Wired, le pidió a treinta escritores norteamericanos que escribieran un microcuentocuento de seis palabras, en homenaje al cuento de Hemingway.

La respuesta, extraordinaria y sorprendente; confirmó el poder de la nano escritura, tanto para la ficción como para el realismo absoluto. Algunos ejemplos son:

“Muy confundido, leyó su propio obituario” de Steven Meretzky

Bruce Sterling escribió “Era muy caro seguir siendo humano”

Ben Bova aportó: “Salvó al mundo volviendo a morir”

En cuanto a Atwood, en un arriesgado juego de ideas compuestas, propone: “Hallan cadáver incompleto. Médico compra yate”

Hemingway, definió su estilo con la teoría del iceberg, tal como la expresó en una entrevista con George Plimpton: “Hay nueve décimos del témpano bajo el agua por cada parte que se ve de él. Uno puede eliminar cualquier cosa que sepa y eso sólo fortalecerá el iceberg”. Se entiende, que sólo debe mostrarse lo imprescindible, permitiendo que lo “escondido” juegue un rol importante en la historia y en la mente del lector.

Este es mi homenaje a Ernest Hemingway y a su interesante acercamiento a la literatura como lo propone el nano cuento de seis palabras.