Colilla

Una colilla apagada. Silencio. ¿Dónde estará?

Fiestas

Aprovecho estas fiestas para renacer. Preparaos.

Naranjazo

Lo hice, le estrellé un naranjazo.

Fachada

Esta ajada fachada, oculta mi sonrisa.

Día

Hoy es el día. Puedo demostrarlo.

Ciudad

Ciudad gris, triste. Hora de partir.

Noche

Otra noche como esta y moriremos.

No puedo. No. No me contradigas.

Así

Si te parece, lo dejamos así.

Cuidados

¿Cuidarme? Si no viviré por siempre.

Salto

¿Para qué saltar? Es el fin.

Riesgo

¿Entonces debo ir? ¿Arriesgar mi presente?

Pobres

Sentado, los veo pasar. Pobres idiotas.

El cuento que SI ganó

Como cierre del Primer Concurso de Microcuentos del Club Literario, les presento el cuento ganador (que no fue el mío, buaaa....
La creadora, Lorelou!
Aquí les presento el microcuento ganador:

"Hay palabras que deberían suicidarse, por homicidas"

Tan cerca, tan lejos...

Hoy se resolvió el "Primer Concurso de Microcuentos" en El Club Literario. Ante todo me gustaría quitarme este sombrero virtual en honor a la ganadora de concurso!

Lore, felicitaciones! El mejor cuento emergió.

Felicitaciones a todos los que se animaron a mostrar sus creaciones y exponerlas ante este exigente jurado que conformamos.
espero que este tipo de ejercicio literario se haga una costumbre en el Club.

Dejo para para el final lo que me toca, tan cerca y tan lejos... Digamos que "pegó en el palo" según nuestra argentina manera de hablar. Mi segunda participación en un concurso literario, con un segundo puesto. No me puedo quejar! (Ouch!)

A continuación, les dejo el microcuento con el que participé:

Sostengo el papel, tembloroso. Los resultados, inequívocos.

Ciudad

Pero... aquí debería estar la ciudad.

Idiota

¡Idiota! ¿Por qué no lo usaste?

Asesinato

Mi primer asesinato. Será para recordar.

Policías

Veo policías correr hacia mi. ¡Pobres!

Caminos

Elegir caminos, nuevamente el futuro sombrío.

Escape

Se hace de noche, debemos escapar.

Respiración

Respirando entrecortado, tiré de la cuerda.

Rejas

Tras las rejas, la ambiguedad recrudece.

Infierno

Es difícil describirlo. El infierno Asusta.

Verdad

Una fría bala. La verdad desnuda.

El cuento que no fue

Hoy participé en el "Primer Concurso de Microcuentos" en El Club Literario. A diferencia de este Blog, el concurso, se basó en microcuentos de siete palabras debido a las restricciones idiomáticas.
Por supuesto que hice mi contribución en el concurso. Al final, luego de escribir y borrar infinitas veces, quedaron dos elegidos.
Por cuestiones de respeto a las reglas, les dejo el que finalmente no envié.

Reunidos alrededor del televisor, esperamos el fin.

Freezer

La respuesta, estaba en el freezer.

Fama

Buscaba la fama, encontré la cárcel.

Confusión

No te confundas, no es mío.

Consejo

Olvídate de ella. Me lo agradecerás.

Fortuna

Desperté transpirado. Afortunadamente, aún me acompañabas.

Dios

Si Dios existe, detendrá mi caída.

Búsqueda

Un minuto… luego saldré a buscarte.

Melancolía

No puedes escucharme. Igualmente te extraño.

Eléctrico

Eléctrico dolor, paralizante. El mundo oscurece.

Grieta

Veo, sin esperanza, la grieta crecer.

Apagón

Se fue la luz, y ahora?

Castigo

¿No es suficiente castigo la soledad?

Cuidado

Cuidá tu espalda. Te estoy vigilando.

Dirección

Vi la luz, y corrí enloquecido.

Momento

Un momento de claridad. El último.

Tiempo

Un minuto. ¿Cómo vamos a escapar?

Lluvia

Llueve. Depresión y locura. Intento Sobrevivir.

Obstáculo

La montaña, elevándose ante mi, inconquistable.

Acecho

Ellos nunca notaron que estaba esperando.

Salud

Salud! hoy es mi ultimo día.

Idea

Esto sera lo mejor, fingir demencia.
Por Joaquín

Solución

Monóxido de carbono. Posiblemente sea suficiente.

Patíbulo

El patíbulo. La cuerda se balancea.

Promesa

Aún ganándome, no llegarás muy lejos.

Prueba

Una vela derretida es prueba suficiente.

Elección

¿Puede darme comida? ¿Dinero? Ud. elija…

Bloqueo

El bloqueo creativo es vacación involuntaria.
Por José Playo

Pinchazo

El pinchazo, imperceptible. Sus efectos, devastadores.

Felicidad

Aunque pueda pagarte, nunca seré feliz

Emboscada

Agazapados en la oscuridad, esperamos nerviosos.

Final

Un día más. Sólo uno más.

Reacción

Desaparece periodista. Suben las principales acciones.

Aceptación

El fin se acerca, prefiero abrazarte.

Sorpresa

¿Quién carajo es…? Mierda, soy yo.

Destino

“Si, acepto” Fueron sus últimas palabras.
Ideado por Sole

Definición

Un encendedor. Todo lo que necesito.

Esperanza

Cuarenta años de soledad. Sigo esperando.

Apocalipsis

Ultimo momento: LA OLA SE ACERCA

Consecuencia

Cayeron diez aviones. La industria colapsa.

Advertencia

Si volvés a tocarla, te mato.

Señal

Ese ruido no puede ser alentador.

Encuentro

¿Que significa esto? ¿Quién sos vos?

Reacción

Perturbado, cargué enceguecido contra el mostrador.

Noticia

Primicia: Triple Homicidio. "No era feliz"
Ideado por Joaquín

Seguridad

¿Seguro que esto no es peligros…?

La tarde que conocí a Hemingway

Fue una tarde calurosa, pegajosa por demás. Entramos en el bar El Floridita, según Ernest, ahí sirven el mejor Daiquiri del mundo.
No tenía pensado quedarme con la duda. Pedí uno y recostado sobre la barra lo disfruté junto al "Padre del microcuento de seis palabras", fuente de inspiración de este Blog.
Salud!!!

Irremediable

No podés hacer nada para evitarlo.

Confesión

Ok, lo reconozco, soy un sociópata.

Resultado

Hicimos todo lo posible, lo lamento.

Veredicto

Sus últimas palabras fueron: “Soy Inocente”

Oscuridad

Tendré que acostumbrarme a la oscuridad.

Espera

Sigo esperando la llegada del idiota.

Parece que todo comenz? con Hemingway

Hace tiempo, demasiado tal vez, empecé a escribir. Al principio sólo como una válvula de escape, sin un objetivo claro. Poco tiempo después, me creí Truman Capote y me sorprendí escribiendo una novela. Aún conservo las primeras setenta y cinco páginas, parte de la introducción. Inmóviles desde hace tiempo. La inexperiencia y falta de guía desalentaron ese primer intento.

Aparentemente, el golpe no fue suficiente para hacerme perder el gusto por la literatura, por lo que volví a intentarlo. Para evitar el error del “emprendimiento faraónico”, tomé el camino de los cuentos cortos, porque “se veían más manejables”. En cierta medida, la historia cambió y el proyecto tomó una forma interesante.

Claro está que me encontré con las mismas restricciones debido a mi total inexperiencia en el tema, por lo que lo escrito, si bien ya tenía un final y a mi modo estaba “terminado”, carecían de ese particular sabor a “Cuento”.

Fue entonces donde recibí el oxígeno que me estaba faltando. Una casualidad, me llevó a leer un texto de un viejo conocido. Ese texto me llevó a su Blog, ese blog me indicó que podría tratarse de la guía que necesitaba. Decisión por demás acertada. Mi visión sobre los cuentos cambió; o mejor dicho, se aclaró. Con sutileza, Pablo me dio una serie de fundamentos, ejemplos y reglas que faciliaron la metamorfosis. Entre estos, una anécdota del propio Hemingway:

En 1917 Hemingway tenía 18 años y acababa de ingresar en el diario Kansas City Star. En cada uno de los escritorios de los periodistas, el Jefe de Redacción había dejado un papelito bajo la cubierta de vidrio. Decía: "Escriba con frases claras y concisas. No se haga el artista."

El mensaje de Pablo fue más que claro. “Borrá las idioteces que no agregan valor a la historia y confunden”. Y así lo hice.

Con ese impulso, comencé a jugar con los textos cortos y a comprimir cada vez más las ideas. Recortando mis cuentos ya escritos, permitiendo resurgir la verdadera historia.

Investigando más tarde sobre Hemingway, descubrí que era el creador de un estilo radical. el micro cuento, o nanocuento en realidad. Micro cuentos de seis palabras. Si, sólo 6. Mi primera impresión fue de escepticismo. Llamar cuento a una “simple frase” me pereció arriesgado. Fue entonces cuando leí el famoso cuento de seis palabra de Ernest:

“For sale: baby shoes, never worn” ó “Vendo: zapatos de bebé, sin usar”

El peso de la “simple historia” dio por tierra con mi estúpido preconcepto. Hay mucho por decir utilizando seis palabras.

Continué investigando sobre el tema y descubrí en este artículo de Eduardo Berti, que el año pasado, la revista Wired, le pidió a treinta escritores norteamericanos que escribieran un microcuentocuento de seis palabras, en homenaje al cuento de Hemingway.

La respuesta, extraordinaria y sorprendente; confirmó el poder de la nano escritura, tanto para la ficción como para el realismo absoluto. Algunos ejemplos son:

“Muy confundido, leyó su propio obituario” de Steven Meretzky

Bruce Sterling escribió “Era muy caro seguir siendo humano”

Ben Bova aportó: “Salvó al mundo volviendo a morir”

En cuanto a Atwood, en un arriesgado juego de ideas compuestas, propone: “Hallan cadáver incompleto. Médico compra yate”

Hemingway, definió su estilo con la teoría del iceberg, tal como la expresó en una entrevista con George Plimpton: “Hay nueve décimos del témpano bajo el agua por cada parte que se ve de él. Uno puede eliminar cualquier cosa que sepa y eso sólo fortalecerá el iceberg”. Se entiende, que sólo debe mostrarse lo imprescindible, permitiendo que lo “escondido” juegue un rol importante en la historia y en la mente del lector.

Este es mi homenaje a Ernest Hemingway y a su interesante acercamiento a la literatura como lo propone el nano cuento de seis palabras.