sábado, 28 de julio de 2007

La tarde que conocí a Hemingway

Fue una tarde calurosa, pegajosa por demás. Entramos en el bar El Floridita, según Ernest, ahí sirven el mejor Daiquiri del mundo.
No tenía pensado quedarme con la duda. Pedí uno y recostado sobre la barra lo disfruté junto al "Padre del microcuento de seis palabras", fuente de inspiración de este Blog.
Salud!!!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Vos sos el de dorado?

Camilo dijo...

jajajajajaj!!!!
Falta poco para convertirme en estatua, pero aún no.
Soy el del lado.
Un abrazo