me resulta interesante e incomprensible, todavía (y por eso recién lo comento) cómo se pueden inspirar seis palabras, siendo que podrían considerarse esas seis como una inspiración en sí, y no siempre. nacen de una meta-inspiración?
Ufff!!! Que pregunta Pablo! Seis palabras podrían ser el punto de ignición de una idea... o la idea en si misma. Seis palabras podrían ser todo lo necesario para terminar un conflicto, o sólo las primeras seis de un discurso político. En si misma la cantidad no significa nada. La desafiante está en lograr que seis palabras tengan un sentido en si misma. A veces se logra, a veces no. Esa es la base de este experimento y me alegro que plantees esta pregunta. Me gustaría saber que opina el resto... y vos mismo. Saludos!
Yo creo que seis palabras pueden decir tanto o tan poco como mil, pero dejan mas a la imaginacion . Y eso de la entropia me ha dejado pensando mmmmm...
Yo no creo en el valor de "dejar más a la imaginación". Con ese criterio, mejor no abramos el libro así lo imaginamos y es mejor. Creo en el valor de la elipsis, la practico, y me encanta. Pero hacer de eso un extremo, y cultivar un género, me puede, me supera.
Raro, Pablo, que un escritor de tu capacidad no crea en "dejar más a la imaginación". A mi me encanta. Claro que siempre y cuando el texto dispare algo en mi. Me gusta cuando el autor deja en manos del lector una buena cantidad de "elementos" que convierten en necesario e irremplazable a cada lector. Este experimento de seis palabras, deja, tal vez, más en manos del lector, que lo "normal". Ahora, que es normal? Aún no lo se. Me gustaría seguir intentando descubrir cuánto se puede lograr con tan pocas palabras. Mientras tanto... "Sigo esperando la llegada del idiota".
La literatura toda es dejar a la imaginación. Porque es imposible escribir algo que lo contenga todo. Yo hablo de quienes dicen que es mejor algo porque deja a la imaginación. NO. No necesariamente. Con ese criterio reducimos cada vez más una cosa porque creemos que así deja más a la imaginación. Pero, en fin, Camilo, llamae que te tengo que invitar a un proyecto.
Sobre la pregunta de Pablo Giordano, yo opino que el valor de este experimento -o uno de los valores- es el enorme reto de decir algo que cobre sentido propio en tan pocas palabras.
Por supuesto, no siempre lo logramos, como bien lo dijo Camilo. En mi propia -y muy breve- experiencia con este experimento, me doy cuenta que lo que me sale más fácilmente es una descripción, más que una acción.
Cuando lo que logro es una descripción, he notado que ésta no genera una historia. Se queda corta, acotada en sí misma.
Cuando logro escribir un acto, una acción, veo emerger de ella una historia... ¡realmente estoy encantada con este experimento! Tal vez sea porque nunca antes había logrado ser tan breve (¡como bien puede apreciarse en esta intervención!)
Buen intento Lilyán! La clave es intentarlo. Si no lo intentamos, nunca lo lograremos. Es la idea de este experimento literario. Contar una historia y generar una marca en la mente del lector. Si logramos eso, el experimento será un éxito.
14 comentarios:
Maldita Entropía, blog de Nevermind Nakamura.
¿Es el caos el nuevo escenario?
me resulta interesante e incomprensible, todavía (y por eso recién lo comento) cómo se pueden inspirar seis palabras, siendo que podrían considerarse esas seis como una inspiración en sí, y no siempre. nacen de una meta-inspiración?
Ufff!!! Que pregunta Pablo!
Seis palabras podrían ser el punto de ignición de una idea... o la idea en si misma.
Seis palabras podrían ser todo lo necesario para terminar un conflicto, o sólo las primeras seis de un discurso político.
En si misma la cantidad no significa nada. La desafiante está en lograr que seis palabras tengan un sentido en si misma.
A veces se logra, a veces no.
Esa es la base de este experimento y me alegro que plantees esta pregunta.
Me gustaría saber que opina el resto... y vos mismo.
Saludos!
Yo creo que seis palabras pueden decir tanto o tan poco como mil, pero dejan mas a la imaginacion . Y eso de la entropia me ha dejado pensando mmmmm...
Yo no creo en el valor de "dejar más a la imaginación". Con ese criterio, mejor no abramos el libro así lo imaginamos y es mejor. Creo en el valor de la elipsis, la practico, y me encanta. Pero hacer de eso un extremo, y cultivar un género, me puede, me supera.
Raro, Pablo, que un escritor de tu capacidad no crea en "dejar más a la imaginación".
A mi me encanta. Claro que siempre y cuando el texto dispare algo en mi.
Me gusta cuando el autor deja en manos del lector una buena cantidad de "elementos" que convierten en necesario e irremplazable a cada lector.
Este experimento de seis palabras, deja, tal vez, más en manos del lector, que lo "normal".
Ahora, que es normal?
Aún no lo se.
Me gustaría seguir intentando descubrir cuánto se puede lograr con tan pocas palabras.
Mientras tanto...
"Sigo esperando la llegada del idiota".
Puedo vivir en un caos imperfecto...La perfección, no te aburre?
Interesante proyecto.
Saludo cordial.
Lector admirado.
La literatura toda es dejar a la imaginación. Porque es imposible escribir algo que lo contenga todo. Yo hablo de quienes dicen que es mejor algo porque deja a la imaginación. NO. No necesariamente. Con ese criterio reducimos cada vez más una cosa porque creemos que así deja más a la imaginación. Pero, en fin, Camilo, llamae que te tengo que invitar a un proyecto.
Jueguemos con la imaginación, Pablo. Cada uno con su mix preferido... ;)
Te llamo.
Sobre la pregunta de Pablo Giordano, yo opino que el valor de este experimento -o uno de los valores- es el enorme reto de decir algo que cobre sentido propio en tan pocas palabras.
Por supuesto, no siempre lo logramos, como bien lo dijo Camilo. En mi propia -y muy breve- experiencia con este experimento, me doy cuenta que lo que me sale más fácilmente es una descripción, más que una acción.
Cuando lo que logro es una descripción, he notado que ésta no genera una historia. Se queda corta, acotada en sí misma.
Cuando logro escribir un acto, una acción, veo emerger de ella una historia... ¡realmente estoy encantada con este experimento! Tal vez sea porque nunca antes había logrado ser tan breve (¡como bien puede apreciarse en esta intervención!)
"Así que mejor ya me despido"
Buen intento Lilyán!
La clave es intentarlo. Si no lo intentamos, nunca lo lograremos.
Es la idea de este experimento literario. Contar una historia y generar una marca en la mente del lector.
Si logramos eso, el experimento será un éxito.
"Su fuerza? Generar caos para reinar"
Mar
desde Venezuela
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